viernes, 29 de diciembre de 2017

Organiza tus ideas y aprovecha la atención durante las vacaciones

Es fin de año 2017. La rutina cambia y, en las familias grandes, se reune la mayoría de los miembros para celebrar la Navidad, el Hanukah o lo que sea que implique sentarse alrededor de una mesa y no poder salir a trabajar porque todo está cerrado. Tal vez pasa unas 3 veces al año y, como madre o padre, logras un poco de atención adicional de parte de tus hijos adolescentes, o tu marido o esposa dejan de recibir los constantes mensajes electrónicos con asunto urgentes de trabajo.
¿Estás preparado para expresarte y conectar con tus seres queridos?
Estas pueden ser ocasiones catárticas en las que tus carencias afectivas o de otra índole puedan ser escuchadas y atendidas. Pero es importante que las comuniques de manera rápida y objetiva. Cualquier signo de emotividad puede bloquear al oyente.


Si has tenido una experiencia frustante durante la ansiada reunión familiar

No ha pasado nada grave. Escribe la escena como la recuerdas, enfatiza lo que más te molestó. Puede que estés molesto contigo mismo. Recuerda que los especialistas recomiendan escribir durante 15 minutos seguidos, sin pensar en errores. Deja fluir tus ideas y escribe lo que se te venga a la mente. Permítete expresarte, así sea ofensivo. Recuerda que puedes destruir lo escrito. Pero antes, léelo. ¿Cómo te sientes? ¿Cómo te sentirías si la persona que te ofendió lo leyera? Si no te hace sentir mejor, escríbelo de nuevo. Tal vez puedas ser más empatético con el ofensor o puedas contar lo que pasó desde su punto de vista. Este ejercicio cambia tu perspectiva y hasta tu percepción de lo ocurrido. En vez de lamerte las heridas que te causó algún encuentro frustrante, relátatelo a ti mismo y verás que puedes ser más objetivo. 
Si estás decepcionado con tu propio comportamiento, recuerda ser compasivo contigo mismo. Escribe lo que hubieras querido hacer mejor. Relatalo como si hubiera pasado. Siéntete orgulloso de haber tomado una mejor decisión en tu versión imaginaria de los hechos. Tal vez te animes a llamar a la persona y decirle lo que realmente querías y él o ella no lo comprendieron en ese momento. 

Si no tienes tiempo de escribir

Puedes realizar este ejercicio de revivir alguna experiencia frustante desde el punto de vista de tu ofensor o cambiando tu comportamiento en una verión hipotética, de manera consciente en tu mente pesando mientras realizas alguna otra actividad. Lo importante es no dejar que la mente divague. Controla tus pensamientos, crea una historia en tu mente con empatía y compasión. Colócate en el puesto de los que te ofendieron, perdónate por no haber aprovechado al máximo la ocasión. Atrévete a decir eso que estabas pensando pero que no tuviste el coraje de expresarle a cierta persona de tu círculo familiar, laboral o de tu comunidad. 
Feliz año nuevo y feliz creación de historias

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